JUANA PINTO: LA HISTORIA DE UNA MUJER COMPROMETIDA CON SU COMUNIDAD

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24/07/2024

Juana Pinto es una figura emblemática en El Manzano, conocida por su incansable trabajo y dedicación a la comunidad. Su camino en la política y el servicio público la han convertido en un referente para muchos. Esta es su historia.

Juana Natividad Pinto nació en Cañada de Luque el 25 de diciembre, hija de Andrés Fernando Pinto y Mercedes Herrera. La familia de su madre, oriunda de Villa María, se trasladó a Cañada de Luque para trabajar en los obrajes y en las hachadas, donde se conocieron sus padres. La familia se mudó a El Manzano cuando Juana tenía cinco años, en busca de mejores oportunidades laborales. Su padre trabajó inicialmente en las canteras de Calmur y, tras la quiebra de esta empresa, en las canteras El Sauce hasta su temprana muerte a los 45 años.

“Mi mamá quedó con siete hijos, y en ese tiempo no había ayuda económica, ni subsidios, ni caja PAN. Ella nos crió lavando ropa ajena y haciendo empanadas que vendíamos con mi hermano Marcial”, recuerda Juana.

Regina (hermana de Juana), Mercedes Herrera (mamá de Juana) y Juana

Juana asistió a la escuela de El Sauce por un año, antes de cambiarse a la escuela de El Manzano, que en ese tiempo era una pequeña casita al otro lado de la ruta. Más tarde, “con el Plan Quinquenal de Perón se hicieron los edificios nuevos de las escuelas de El Manzano y de El Sauce”, asegura.

La familia de Juana siempre se identificó con el peronismo: “Mi papá era muy peronista porque luchó tanto hasta que vino Perón y comenzamos a tener las leyes a favor de los trabajadores, como el aguinaldo, las vacaciones, el salario, condiciones dignas de trabajo, porque antes se trabajaba de sol a sol”, recuerda y asegura “muchos derechos otorgó el peronismo”.

Juana Pinto evoca con emoción y tristeza un momento histórico que marcó su vida y la de muchos argentinos. “Cuando derrocaron a Perón, mi mamá tenía bustos de Evita y Perón en el comedor. Los envolvió en trapos viejos y los enterró, porque venían los militares y los destruían. En la escuela de El Manzano, rompieron el busto de Evita. Me acuerdo cuando volvimos y vimos a Evita en pedazos, la angustia que teníamos, la tristeza era mucha. La directora contó que la pusieron contra la pared para que dijeran si tenían más afiches de Evita y rompieron todo. No se podía ni nombrar a Perón y a Evita.”

Juana junto a su esposo y sus hijos Cachito, Nely, Vicky, Fernando y Tati

El amor por la justicia social era algo que Juana mamó de pequeña en su familia, pero ella reconoce que su primera acción militante de juventud fue pegar carteles. “Vino Ramón Peralta y me dijo si me animaba a poner un cartel en la pared de un ranchito viejo que había en este terreno, donde actualmente está la casa. Y le dije que sí, mirá si no me voy a animar.

Recuerdo que venía un señor de Unquillo que vendía querosene, y me dice: ‘Parece que van a venir los militares, tirá ese rancho con ese cartel’. Y le dije: ‘Que vengan y que lo tiren ellos!’

Esas experiencias marcaron a fuego su vida y fueron el combustible que la alentaron a participar en las elecciones de su pueblo: “Yo siempre participaba, ayudaba, me prestaban libros. Al principio no quería saber nada con la política, pero sin política no se hace nada. Así que terminé estando segunda en la lista que encabezaba Montiel”, relata Juana.

Juana Pinto jura ante el Juez de Paz

A fines de los 80, la lista de Victorio Montiel ganó las elecciones, y Juana se convirtió en tesorera. Cuando Montiel falleció en 2004, Juana asumió como jefa comunal, cargo que ocupó por más de una década.

Durante su gestión, Juana impulsó la pavimentación de la calle principal de El Manzano, una obra por la que luchó por años, junto a Montiel. También se concretó el diseño de la entrada del pueblo con la figura de San Cayetano, su patrono, y se finalizó el Polideportivo que lleva el nombre de Montiel.

Juana siempre trabajó estrechamente con José María Garzón, actual jefe comunal, quien continúa su legado al frente de la Comuna. “Yo trabajé por el pueblo siempre muy unida a José, él da la vida por el pueblo, y continuamos igual, porque el pueblo unido jamás será vencido”, afirma.

La vida política de Juana no estuvo exenta de desafíos. Enfrentó oposición y dificultades, pero su determinación y pasión por su pueblo la ayudaron a superar los obstáculos.

Juana Pinto y José María Garzón

Hoy en día, aunque no ocupa un cargo oficial, Juana sigue muy activa en su comunidad. Participa en el centro de jubilados, en la iglesia y en diversas actividades locales.

Con 80 años, Juana sueña con crear un Museo histórico en El Manzano y ha presentado hace varios años un proyecto para la creación de un Hospital Zonal que cuenta con la firma de 5000 vecinos y vecinas, algo que espera lograr para mejorar el sistema de salud de Sierras Chicas.

El quincho de Juana guarda objetos tradicionales

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