- Por Marina Villarruel
“Hay una ciudad que se hace de ficción. Y casi nadie lo advierte.
Una ciudad que se narra y al mismo tiempo se imagina otra, se piensa otra.
Más genuina, inclusiva, denunciante, real y fantasmagórica,
más linda humanamente y no tanto…”
Juan Filloy
Narrar las geografías que nos atraviesan, construir una realidad otra, es propio de la ficción. Recopilar estas ficciones de escritores/as locales y ponerlas a dialogar con otras artes, es nuestro objetivo.
Dos páginas en las que poetas y escritores/as de la zona puedan publicar sus textos (relatos, cuentos, fragmentos de novelas, poesías).
Dos páginas en la que estos textos se entramen con otras artes.
Dos páginas que den cuenta de la geografía común y sus posibles ficcionalizaciones.
Dos páginas para conocer y conocernos, porque dicen que, en cada rincón de estas localidades de las Sierras Chicas, un artista da cuenta de esto.
Porque creemos que a la “realidad real”, presente en cada uno de nuestros días, le hace falta esta realidad imaginaria, ficticia, constructora de posibles y de imposibles. Es por ello que damos lugar a este suplemento que, como los de antaño, imaginamos en blanco y negro rememorando el diario impreso que hace años no vemos por aquí. Y como el convite necesita ser inaugurado les compartimos un fragmento de novela de quien comienza a coordinar esta sección y su puesta en diálogo con las tramas de Roxana Viotto. Al final compartimos una mini bio de cada una de ellas para que nos vayamos conociendo.
Equis, equis
(fragmento de novela en proceso) de Marina Villarruel
“Sale del sendero hacia el camino interno. No sube a la ruta que a la vez es la calle central del pueblo. No quiere ver a nadie. Solo Juli. Pasa por la escuela rural, mira el cartel nuevo y colorido: “Bienvenidos/as”.
¬ ¡Gracias! -dice en voz alta.
¬ ¿Hace cuánto que no la veo? ¿Desde el verano? Voy a lo de Juli y después a la ciudad. Ya arreglaré luego con Santi. Pedir disculpas. “El mundo es perfecto”: … ¿Pero los sueños?…
Entra al barrio de casas rurales mitad ciudad mitad campo. Los perros ladran al paso del auto. Frente al triángulo hay ovejas, lindas para unas fotos, no detiene la marcha. Espera que un caballo salga de la calle para
permitirle el paso. Llega a la última subida, la más hermosa, el monte virgen y la calle de huella escarpada. Luego la entrada. Golpea las manos y sale un cachorro negro. Golpea de nuevo y de adentro Juli grita ¬ ¡Pasá Elena!
¬ ¿Qué hace mi querida ermitaña? ¿Y este cachorro? ¿Es nuevo?
Elena entra a la cocina impecable y fresca. La casa de barro guarda la mejor relación de temperatura con el exterior. El ambiente es agradable. El perrito la sigue moviendo la cola.
¬ ¿Amiga? -pregunta desde la cocina.
¬Acá -dice la voz de Juli desde su pieza.
¬ ¡Ajá descansando a plena media mañana! -dice cuando se asoma.
¬ ¿Y vos? ¡Que yo sepa hoy es jueves y me parece que alguien está de faltazo al trabajo! Ambas ríen
mientras se abrazan.
¬ ¡Juli!…
¬Sentáte amiga que te cuento.
El relato es detallado, partes médicos, decisiones, alimentación, limpiezas. Las últimas semanas en crisis. Eso es bueno. Lo malo es el dolor que lo acompaña. Parece que lo peor ya pasó. Está anémica y tiene que
levantar peso. Entre detalle y detalle Juli va pidiendo que le alcance algo o ponga algún alimento en remojo. Elena se da cuenta que necesita acompañamiento.
¬ ¿Y vos?
Elena se sobresalta con la pregunta y siente que lo suyo es nada frente a la batalla de su amiga. Intenta poner en palabras lo que todavía no entiende.
–Yo ahí. Otra vez con los sueños y el insomnio. Me vine, acá dormí mejor.
Elena cuenta en forma detallada el sueño que se repite, casi igual pero diferente cada vez. El miedo. El insomnio posterior y la mujer del sueño. A medida que su amiga describe a esa mujer Juli comienza a recordar una serie de fotos.
¬ ¡Elena! ¡Vos tenés una foto así! ¿Te acordás de esa foto que a mí me gustaba, que tenías en un álbum y yo te preguntaba quién era esa mujer con la que estabas? Elena abre los ojos bien grandes a la vez que
regresa ese recuerdo.
¬ ¡Es verdad, Juli!, ¡Es esa imagen, ese lugar, esa mujer!
Deja a Juli en su casa con la promesa de volver, está inquieta con el descubrimiento de la foto. La recuerda bien. Un patio verde y húmedo, un gran árbol, una mujer en el fondo y de espaldas ella, a sus cinco años,
con el cabello largo y negro. En el relato familiar se sabe que ésa es una foto tomada por su papá.
Hace un rodeo por el camino del cerro, le gusta bajar por la sinfín, “NUNCA SUBIRLA, SIEMPRE BAJARLA” dice el dicho de la zona. Hubo una época en la que recorrió ese camino tanto de ida como de vuelta.
Tiempos de mucho tiempo. Cinco minutos en auto y cinco más hasta la estación de servicio vieja. Café y trabajo.
– ¿En qué momento dejé de tener tiempo para estas cosas? ¡Hola Santi! ¡Perdooooon! Ya te voy a contar. Salí de urgencia. Me tengo que quedar. Es mi amiga. Lorena dice que compra la propuesta. ¡Al candidato le gustó la reunión! ¡Una ganada Santi! Me quedo hasta el finde por acá.
Tiene la excusa perfecta para quedarse un poco más. No quiere abrumar a Santi con sus cuestiones personales. Adelanta la respuesta de su contacto de confianza porque lo imagina enojado. Ese tiempo de espera le da dos o quizás tres días de poco trabajo. Después si confirman los dos contratos serán seis meses enteros de jornada completa. Sabe lo que se viene. Siempre fue así y ahora con las redes, el trabajo nocturno. Supone que Santi está esperando a que ella termine de escribir para responder. Lo conoce bien. Termina la frase y sale del chat. Al rato, entra la respuesta de Santi, un simple:
¬OK.
¬Está más enojado de lo que imaginé.
No quiere perder ni un segundo del fin de semana largo recién fabricado. Sonríe y parte rumbo a la casa. Quiere revisar esos álbumes de fotos.
Santi da vueltas por la oficina. Procesa lo sucedido. Necesita hacerlo. Siente que manejó muy bien la reunión, pero parece que a ambos equipos les pareció extraña la ausencia de Elena. Al fin de cuentas ellos contratan su apellido y quieren su presencia. La ansiedad y los nervios lo carcomen por dentro. Quiere contarle a Elena, pero está tan enojado que prefiere no hacerlo. ¿Será que es cierto que firman? ¿Sabrán que la campaña completa sale de su escritorio? ¿Por qué la demora? Sospecha que la ausencia sin aviso de la socia mayoritaria hizo tambalear todo y tal vez desencadenar otra decisión. ¿Qué pasó con Elena? ¿Cuál fue la urgencia de su amiga? ¿Qué quiere Elena? Sabe que no está convencida de la campaña doble y el riesgo que implica. Todo doble, empleos, salarios, costos. ¿Querrá volver al formato antiguo? ¿Se habrá echado atrás? Al fin de cuentas ella ya está posicionada en el campo y este riesgo puede ser un arma de doble filo. Apuesta doble, ganancia doble, riesgo doble. Intenta calmar la paranoia, tal vez la urgencia es real, tal vez algo pasó. Reconoce que sabe muy poco del pueblo del que siempre habla Elena y de la gente que la rodea en ese pueblo. ¿Será que la soldado perfecta tiene un pasado oculto que la condena? recordó la frase final de la serie que está viendo y esbozó la primera sonrisa de la noche. Está perdiendo el humor y la juventud desde que fue nominado al joven emprendedor del año. Y todo gracias al espaldarazo de Elena, eso es lo cierto. Suspiró profundo y decidió otorgarle un voto de confianza. Al fin de cuentas “Me asoció contigo para que las cosas se muevan”-había dicho Elena. Hay algo que está muy claro, las cosas se están moviendo.”
Roxana Viotto es Licenciada en Escultura, Universidad Nacional de Córdoba. Reside y trabaja en Agua de Oro, Sierras Chicas, Córdoba. Es docente de nivel medio en la zona. Participa en exhibiciones en galerías, centros culturales y simposios de escultura, tanto nacionales como internacionales. Sus obras se encuentran en edificios privados de Córdoba y forman parte de colecciones privadas y espacios públicos en Argentina y otros países. Es miembro del grupo de escultores MetalArte, asociado a la Cámara de Metalúrgicos de Córdoba.
Marina Villarruel es Licenciada en Letras Modernas, Universidad Nacional de Córdoba. Reside y trabaja en Agua de Oro, Sierras Chicas, Córdoba. Es docente de nivel medio en la zona y participa del colectivo “Escritos en
China” cocina de textos. Ha publicado Imágenes y textos para mirar con lupa. Serie Puertas y ventanas en conjunto con Gretel Martínez y en el mes de octubre presentó su segundo libro Verano y lo que viene después.
Hola.
Gracias por la puesta en marcha de esta iniciativa.
¿A dónde podemos enviar los archivos literarios?
Hola Mario, comunicate con Marina Villarruel por mail: marinaprofedelengua@gmail.com