DE HERENCIAS Y OTRAS COSAS DEL DANI MORALES

Actualidad Agua de Oro Cultura Locales Suplemento Literario Titulares Villa Cerro Azul

10/6/2025

Por Marina Villarruel

¿Qué es lo que heredé y de quién? Son algunas de las preguntas que nos hacemos en algún momento de nuestras vidas. El qué hacer con esas herencias puede ser otra de esas preguntas. Quedará en cada quien ocuparnos de nuestras herencias o dejarlas dormir en algún cajón olvidado, y ponernos a cantar y bailar como si el tema no existiera. Pero existe.

Al momento de analizar las herencias evaluamos los pros y los contras. Sopesamos. Ponemos en la balanza. Esto es de acá. Eso de allá. Y el evaluador en el justo medio como la mezcla justa de todo eso y un poco más. Ese plus es el que nos marca con alguna particularidad. Quienes conocemos al sensei, conocemos sus particularidades y su capacidad de apresarlas con las palabras. Apresar la vida con palabras, dar cuenta de ella, nombrarla y rendir homenaje. A la madre, a la tía, al puñado de amigos y a los 30.000. Tareas que se impone el individuo que anda con “el amor a cuestas” y busca “refugio” en el surco que se abre y lo salva en el momento del balance. Porque a pesar de la yerba de ayer, secándose al sol, lo salva el ajenjo, el cuerpo que baila y La Maga, entre otras cosas. Volver a los maestros, es volver a nombrarnos, Spinetta, el Carpo y Cortázar. De esta manera Dani Morales se recuenta y se nombra. Sopesa hacia atrás y proyecta hacia adelante, porque en cada mochila que carga, lleva una anécdota, una historia y una banda de fondo que la acompaña.

Hoy les compartimos cuatro poemas de esos que está preparando para sus próximos libros, no uno, sino dos que vienen en marcha. Ya nos juntaremos para brindar y celebrar cuando salgan a la luz, por ahora, este es un simple adelanto.

Dani Morales

Genotipo

Heredé los huesos de Mamá
y su forma escorpiana
de decir la verdad mintiendo.
El beber de Papá
afuera, en todos los bares
pagando la vuelta
de amigos y enemigos.
La costura triste
y la cocina alegre
de la tía Tota.
El chamuyo sinvergüenza
del tío Titín “The Great Pretender”.
Las iras del abuelo Buba
con piña, formón y etanol.
La abuela Lulú
me mostró su muerte
jugando a las cartas.

Heredé la desaparición
de Alicia y Ricardo
y 30.000 rosas rojas.
La penumbra de Luis Alberto
y la desconfianza del Carpo.
Heredé un Cerro
que cambió de color
de Azul a Verde,
una pasión blanca y celeste.
3 cachorros alados caídos a la Tierra,
un manojo de amigos
gastando el empedrado,
un Japón entero,
una Revolución en stand by
y un grito de Corazón.

Algo tengo que hacer
con lo heredado.
Los huesos de Mamá
los arrojé a un lago.
Por algo se empieza.


Grietas

Diluvian las almas
Empantanando los días
Surgen surcos
De lado a lado de la Tierra
Grietas sin fondo
Tumbas verticales
Refugio
Para los que caemos
Indefinidamente
Con el amor a cuestas.

Desearía Verla

Elegantes mis maldades
Desearían verla
Estaría casi a gusto
Incluso en el fondo
De una siesta
De reojo o a ciegas
Entre calas muertas
Aullando a la Luna
Bailando sin las piernas
A diestra y siniestra
Solo por salvajismo
Desearía verla.

Crónica de una muerte no anunciada

Me da vergüenza morirme
pensarme muerto
que me encuentren con las medias sucias o rotas o ambas
los platos sin lavar tatuados con tuco rancio
una semilla de tomate brotada en la carie
Rayuela con un señalador de la feria del libro del 74 en el prólogo
La foto de Evita ladeada.
La cama si hacer con la mancha célibe
en el Winco sonando
el primer simple de Los Náufragos
Una receta de anfetaminas de los años setenta
La pelela de plástico azul rebalsada
debajo de la cama
La yerba de ayer secándose al sol.

Y entonces veo
que al lado de la yerba
se seca ajenjo, que realza el mate
que cambié las pastillas por el Pineral
que mi cuerpo comenzó a ser mío
bailando frenéticamente
la música beat de los sesenta
que gracias a la pelela
no me oriné más en la cama
que cama nunca tuve
tampoco insomnio
que intenté leer Rayuela
de la forma que sugiere JC
y nunca salí del prólogo
pero continúo hipnotizado por La Maga
que mi boca es fértil
a pesar de las barbaridades que balbuceo
que tal vez la foto de Evita
este en eje
y Argentina torcida por siempre.
Entonces me pienso vivo
y también
llegado el caso
un muerto orgulloso.

Dani Morales

Se me pidió una mini bio para esta publicación. Nací en un conventillo en San Telmo, más me procrearon en Villa Cerro Azul. Melómano, escorpiano, bailarín dada, poeta oculto, peronista, sensei de aikido y casi cineasta. En fin, la primera y la última poesía, explican con lujo de detalles el conjunto de seres y desparpajos que habitan en mí

1 thought on “DE HERENCIAS Y OTRAS COSAS DEL DANI MORALES

  1. Grande Morales!!! Y grande el poeta que anda oculto en usted!! Lo abrazo y felicito, compañero!!! Uno de los últimos que sigue haciendo honor a eso…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *