Sergio Dalmasso es vecino de Agua de Oro, hace unos años construyó su hogar junto a su familia en el Barrio Prado de la Rivera. Trabaja de carpintero, oficio que heredo de su padre y que aún hoy comparten. Pero su vida va unida al folklore desde desde pequeño, cuando supo expresar el amor por nuestras raíces y tradiciones.
Sergio es profesor de danzas folklóricas en distintos espacios de Sierras Chicas, además de dar clases y de bailar en múltiples escenarios, los años de trabajo le han permitido ser jurado técnico en festivales, dirigir las apertura de festivales en Jesús María junto a Miguel Quinteros, ser coreógrafo en la compañía Cosquín Folklórico y viajar a distintos países con su propio grupo de danza, como por ejemplo Brasil, Cuba, República Dominicana, Panamá, Colombia, México, entre otros.
“Desde chico mi idea siempre fue jugar al fútbol, hasta que un amigo llegó a casa contando entusiasmado que había ido a una clase de folklore en un barrio vecino. Walter, mi amigo, me invitó a ir a esa Escuela de Danzas en Yofre Norte. Por suerte mi madre me dejó ir a probar y desde ese día nunca más dejé el folklore”, rememora Dalmasso.
La música y la danza marcaron su vida porque además de bailar, Sergio también toca la guitarra e integra el trío “Huayra Manta” cuyos orígenes se remontan a 20 años atrás. Con ellos ha recorrido varios escenarios conocidos por todos, como el de Cosquín y Jesús María.
Con apenas 8 años, Sergió comenzó sus estudios en la Escuela “Fiestas Gauchas” con su profesor Francisco “Mistol” Capdevilla. En 1990 se recibió de Profesor de Danzas Folklóricas y en el ´92 abrió su primera escuela de Folklore en Córdoba.
“Ahora traje mis conocimientos para Sierras Chicas con los talleres de ´Sentir Serrano´: desde hace 8 años estoy dando clases en La Granja, hace 4 que estoy en el Taller Municipal de Agua de Oro y este año comencé en el Centro de Jubilados de Agua de Oro. También doy clases de malambo en una Academia en Río Ceballos y continúo con mi Academia en Córdoba “El despertar de mi tierra”, enumera Sergio, quien asegura que esto es su gran pasión, aunque por la mañana deba trabajar la madera para ganarse la vida.
Con algunos de estos grupos el Profe Dalmasso proyecta viajar a Colombia a fin de año. “Tenemos en vista ese viaje, veremos si puede lograrse, estamos trabajando para poder hacerlo”, anhela.
La enseñanza del folklore no se limita a la música y la danza, sino que incluye las tradiciones, las comidas, los juegos criollos y las costumbres argentinas, entre otras cosas. Por eso en sus clases, Sergio no sólo explica sobre coreografías, movimientos, giros y arrestos, sino que también abarca la historia de los ritmos, sus orígenes, el contexto de la época en que se bailaba, el vestuario que se utilizaba y cómo se fue transformando la danza con las nuevas variantes a lo largo del tiempo.
Por otra parte, Sergio es defensor de la Ley 27535 que establece que “Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sobre el folklore, como bien cultural nacional”. También es miembro de ACORDAF (Asociación Cordobesa de la Danza Folklórica). Esta Asociación viene trabajando desde hace un tiempo con el Ministerio de Educación para la implementación de esta Ley en las escuelas cordobesas.
El amor de Sergio por nuestra danza se adivina en sus pasos y movimientos porque, como dice el Ica Novo, siempre será bienvenido quien quiera bailar “con giros, arrestos y pañuelos, una zamba linda como las de antes.”