01/08/2024
Villa Cerro Azul es una localidad de Sierras Chicas que contiene un amplio espacio reconocido como sitio arqueológico Kanchira donde se hallaron materialidades ancestrales como morteros, conanas, corrales, casas, lugares de avistaje para la caza de animales, paredes de contención, puntas de proyectil y jagüeles.
En el año 2019, cuando se realizaba la obra de gas natural, se encontraron huesos humanos que datan de más de 500 años, junto a piezas de cerámica y fauna autóctona.
En la actualidad, habitan este espacio la Comunidad Pluriétnica del Chavascate y la Comunidad Camiare Comechingón Timoteo Reyna, y se ha conformado un Consejo Indígena con el objetivo de dar a conocer las identidades indígenas que están en el territorio y de mantener diálogos con distintos sectores.
Nélida Herrador, integrante del Consejo Indígena de Cerro Azul, detalla que el sitio arqueológico Kanchira tiene 76 hectáreas y en su interior, la Dirección de Patrimonio Cultural de la Agencia Córdoba Cultura determinó zonas amarillas, rojas y verdes. “Las verdes son las zonas ya impactadas, como el barrio Las Chilcas donde ya se ha construido, la amarilla está por detrás y la roja es la zona de máxima protección porque allí pueden seguir apareciendo materialidades. Para nosotros este es un lugar sagrado, testimonio de que nuestros pueblos habitaron acá”, aclaró Herrador.
Por su parte, la Comuna impulsa la construcción de una escuela con perspectiva intercultural en la terreno que actualmente ocupa el parque de Barrio Las Chilcas: “Entendemos que es fundamental que la cultura de los pueblos originarios sea parte de la cultura viva de toda la comunidad de Villa Cerro Azul, como herramienta para la legitimación, descolonización y transformación hacia un estado y sociedad pluricultural apuntando al ejercicio de los derechos humanos”, afirma Natalia Di Pace, Jefa Comunal.
Desde hace tres años, un equipo de antropólogos coordinado por la Dra. Carolina Álvarez Ávila trabaja en el lugar. “Vinimos a Cerro Azul hace tres años y no nos fuimos más, empezamos a trabajar con un equipo interdisciplinario de la Facultad de Filosofía y Humanidades, al principio más vinculado al proceso de Ordenamiento territorial participativo, y en ese contexto comenzamos a tener un vínculo más cercano y profundo con las comunidades indígenas que habitan en Cerro Azul.”
En la actualidad, los profesionales están trabajando en un mapeo participativo que permita la construcción de una cartografía social sobre el sitio arqueológico Kanchira. “Para el mapeo, recorremos el lugar con las comunidades y vecinos que hacen uso de este lugar y construyen sentidos en esta espacialidad y temporalidad del sitio”, detalla Álvarez Ávila. “Se trata de un proceso de prospección arqueológica y relevamiento participativo que, en definitiva, tiene el objetivo de conservar y proteger el lugar.”
Además, este equipo antropológico se propone realizar un plan de co-gestión. “Que este espacio pueda co-manejarse con las comunidades indígenas significa reconocer su presencia permanente, actual y pasada, y todo lo que se haga en el espacio será con consulta libre e informada”, asegura Álvarez Ávila. “En Córdoba hay una narrativa muy asociada a lo colonial, a lo jesuita, a lo universitario, y en su construcción de identidad provincial hay un desconocimiento, una invisibilización y una negación del pasado y del presente indígena.”
