LOCRURA COLECTIVA EN RADIO CURVA

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25/4/2025
Por Jésica Ysasy

FUEGO DE MAYO, EL RITUAL MÁS RICO DEL MUNDO

El locro es, en nuestro país, la comida más popular y solidaria. Desde los primeros fríos de cada año y desde la primera infancia de las y los argentinos, el locro de la escuela, del club, de la parroquia ha sido siempre una de nuestras primeras invitaciones a saborear lo comunitario.

Sierras Chicas, territorio tanto de sabores populares como solidarios, ofrece siempre opciones muy sabrosas para el encuentro. Una de ellas ya se ha vuelto tradición en Salsipuedes y es el “Locro Curvo”, la ollada gigante que el colectivo de Radio Comunitaria Curva viene cocinando a fuego lento desde hace más de una década.

Gastón Gelsi no solo es veterinario del pueblo y el responsable del área de Ambiente en esa localidad, sino también el referente indiscutido de este manjar, que, con los ingredientes donados por la comunidad, se cuece colectivamente. Es con esta trayectoria que se lo reconoce ya como “el maestro locrero”.

Este año, ese ritual de Radio Curva acompaña además el cumpleaños número quince de la emisora y Gastón nos comenta cómo fueron los comienzos y cómo se sostiene todavía este fuego de mayo.

“Estoy recordando la historia del locro de la Radio Curva. Este ritual del locro comenzó en una asamblea de A.M.A.R.C. (Asociación Mundial de Radios Comunitarias), en un evento muy importante para la radio y para Salsipuedes porque también era la inauguración del bioestudio”, y añade que, si bien la radio tiene quince años, en sus primeros momentos había funcionado en un estudio provisorio en la calle Gabriela Mistral, en Barrio Cerro del Sol.

Gastón Gelsi en acción

DE LOS TIEMPOS DE MINGAS A LA INAUGURACIÓN DEL BIOESTUDIO

Aida Maldonado es una de las comunicadoras que integra el colectivo de Radio Curva desde su creación y, sobre el proceso de su construcción, nos comenta que esa búsqueda “empezó cuando ya teníamos el lugar y nos juntamos con Isabel Donato (una de las creadoras del Ecobarrio de Salsipuedes). Fuimos con Pablo Ramos y ella nos dijo que era posible hacerlo y a costo cero”.

Aida recuerda que Donato y su compañera venían de participar de la Primera Cumbre por el Cambio Climático en Bolivia y, bajo ese impacto, fue que pidieron a la radio apoyar un primer taller de bioconstrucción, para empezar a trazar el diseño de la obra que luego quedaría en manos de “Borro”, arquitecto especializado en permacultura e integrante del colectivo del medio comunitario.

A partir de ese taller y a través de mingas, que se fueron llevando adelante en noviembre y diciembre por el calor, y después desde febrero a abril, se logró el objetivo.
“Calculamos que más de 500 personas participaron de su construcción”, recuerda Aida y agrega que “lo más significativo es que fue de modo comunitario y con el sostén de la comunidad”.

Bioestudio Radio Curva, Salsipuedes

CONFESIONES DE UN LOCRERO

“Yo venía haciendo radio desde el comienzo, nos habíamos sumado en la construcción del bioestudio y en la parte administrativa o política de la radio. En ese momento estaba muy efervescente todo el mundo de la comunidad radiofónica de Curva, eran muchos los programas que estaban en vivo, muchas manos se habían sumado a la construcción del bioestudio. Estaba este evento, entonces se pensó: ¿qué le damos de comer a toda esta gente que viene? Y caía de maduro que iba a ser locro porque era primero de mayo…”

Gastón recuerda que él preparaba locro para su familia, de manera doméstica, que era un “locrero en expansión” y que en ese momento se animó a tomar la posta:

“La verdad que resultó, fue una tarde serrana hermosa. El bioestudio estaba a pleno, si bien con el frío de mayo, pero con la luminosidad de esa época. A partir de ahí quedó como eso, como el ritual, como un hito en el calendario curvo”.

Añade que el locro en la radio siempre fue convocante, “si bien hemos hecho en otras fechas, el del primero de mayo nunca faltó”, y agrega que siempre hubo algún espectáculo, algún plus de la radio, “a veces más elaborado, otras veces más simple, pero siempre con el mismo compromiso: hacer un locro requiere un compromiso, hay un compromiso en darle de comer a tanta gente”.

Gelsi también comenta que, antes de la nota, pensaba que siempre en la previa hay un gran nerviosismo:

“Hoy el locro de la Curva supera las cien porciones y son cada vez más ollas… Pero es el arte del ritual: se hace a leña, al aire libre… Se ha podido hacer casi con cualquier condición climática, otras veces con las condiciones más favorables. De una manera u otra, siempre se ha llevado a cabo y los miedos se han superado. Existen miedos de que se queme, de que no alcance, de que se caiga la olla…”

Manos (y corazón) en acción

EL SABOR COMO LEGADO GENERACIONAL

“Este año en particular va a ser muy especial, porque siempre me ayudaba Pablo Gauna, que me ayudaba en la previa, cortaba los ingredientes y nosotros llegábamos a la fecha con todo listo para solo hacer la alquimia”, señala el responsable del locro, refiriéndose a un vecino y baqueano, conocedor del oficio más sabroso del mundo.

“Pero esta vez Pablo no nos va a poder acompañar porque falleció el año pasado”, recuerda Gastón con la voz quebrada y comenta que, en el último año, si bien Pablo estaba enfermo, participó igual del encuentro.

“El locro del año pasado lo llevamos a cabo contra todas las inclemencias, y esta vez vamos a seguir con el mismo ritual”, reafirma Gastón, y cita a Atahualpa cuando, hablando de la transmisión cultural, el célebre folklorista contaba que en la pampa y en el campo “siempre había fogones en donde las viejas y los viejos se dedicaban a transmitir la cultura. Los viejos y viejas tomaban esos roles, eran analfabetos pero llevaban la cultura en la sangre”. Así dijo Atahualpa, y ese es el sentido que tomó para mí también el locro”.

Y es que, en tiempos de desgranamiento del tejido social, pensar en comer juntos, en nutrirnos, es también un acto político:

“Siempre tiene que ver con lo colectivo, con lo de sumar, con que coman muchos, con hacerlo al aire libre, de manera natural y metiéndole el cuerpo. Es parte de la cultura y de la transmisión de la sangre. Seguramente yo soy el locrero hoy, pero espero que se siga haciendo. Es una tradición en la que creo que vamos tomando y pasando la posta”.

Quienes participamos amorosamente del ritual del locro y del aire curvo sabemos que Gastón, de algún modo, se refiere a la inconfundible voz de su hija Gesumina (hija también de otra integrante del colectivo de la comunitaria, Verónica Rey García). Gesu, como parte de esta nueva generación que tal vez anuncia la larga vida del medio radiofónico, no solo asiste a la radio desde la panza, sino que se ha vuelto la encargada, en estos últimos años, de anunciar al aire con su inconfundible vocecita:
“¡¡¡¡¡¡Ya está listo el locro!!!!!!”

Así que, cuando Gesu llame a comer el próximo primero de mayo, sabremos que nuevamente el fuego vuelve a crepitar mientras se encienden micrófonos y suena música para el convite de una comunidad que saborea, respira, enciende y convida aire comunitario.

El encuentro de cada mayo: una fiesta comunitaria en la Curva con sabor criollo

El locro se vende a precio popular: $6000 la porción.
Se reciben donaciones de ingredientes y ya están abiertas las reservas!
📞 Celular de contacto: 3543 51-7160

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