8M: REPUDIO GENERALIZADO A LA DIRECTORA DEL IPEM 387 DE AGUA DE ORO

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Nuevamente la directora del IPEM 387 Eugenio Sotelo de Agua de Oro, es centro de la polémica, y ha recibido un llamado de atención por parte de docentes, estudiantes y familias.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, Mariana Carranzani, actual directora de la institución, posteó en su estado de whatsapp un texto que ha hecho activar las alarmas de gran parte de la comunidad educativa, ya que contiene frases como:  “Para que no nos golpeen ni nos maten (…) tal vez debamos aprender a no elegir como parejas a golpeadores”, otro fragmento dice “Un ser violento es el producto de una madre que tal vez  no supo visualizar opciones”,  otro sugiere que “Tal vez sea el momento de que el respeto comience desde adentro” y otro propone “Dejemos de gritar y aprendamos a cantar arrullos a nuestro niño interior sufrido”, la lista continúa.

Ante esto las estudiantes fueron las primeros en reaccionar e hicieron oír su voz con carteles pegados en la escuela donde cuestionan y refutan con argumentos cada línea del posteo.

Se lee en los carteles “¿Y si fue el padre quien no supo visualizar opciones?”, en otro dice “Gritamos por todas a las que callaron”, además “ninguna lucha se ganó cantado, déjenos alzar la voz”, otro dice “gritamos por Margarita, esposa del hombre que encubrieron”, se refieren al docente acusado del femicidio de Margarita Sánchez.

Por su parte, docentes de Sierras Chicas difundieron una “Carta Abierta a la Comunidad” en “Defensa de la Ley de Educación Sexual Integral”, allí aseguran que el posteo de Carranzani da cuenta de un total desconocimiento en materia de ESI y Ley Micaela. Teniendo como agravante el haber sido compartido en la jornada del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, jornada que a escala planetaria tiene una relevancia clave en la lucha por los derechos de las mujeres y por la equidad de género.”

Además recuerdan que la institución, “atravesó en 2021 una intervención del Ministerio y una activación de protocolos de vulneración de derechos cuando se hicieron públicas situaciones de acoso sexual hacia estudiantes, por parte de docentes de la institución.”

LA CARTA ABIERTA DE DOCENTES DE SIERRAS CHICAS

Carta Abierta a la Comunidad – Docentes de Sierras Chicas en Defensa de la Ley de Educación Sexual Integral- Marzo de 2023

Queremos hacer pública nuestra preocupación ante el texto[1] de la Sra directora Mariana Carranzani del IPEM 387 de Agua de Oro, posteado en su estado de WSP el 8 de marzo pasado, ya que el mismo da cuenta de un total desconocimiento en materia de ESI y Ley Micaela. Teniendo como agravante el haber sido compartido en la jornada del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, jornada que a escala planetaria tiene una relevancia clave en la lucha por los derechos de las mujeres y por la equidad de género.

El IPEM 387 atravesó en 2021 una intervención del Ministerio y una activación de protocolos de vulneración de derechos cuando se hicieron públicas situaciones de acoso sexual hacia estudiantes, por parte de docentes de la institución. Ya era directora Mariana Carranzani y fue muy cuestionada por arrancar carteles donde las víctimas pedían no cruzarse con sus victimarios en la escuela. Solo la acción colectiva de la comunidad, en apoyo del estudiantado, logró que se activaran los protocolos de exclusión de los acosadores. Uno de esos docentes hoy es el único acusado por el crimen de su pareja, Margarita Sánchez.

“Todos los días deberían ser (el Día de la Mujer)”

Llama la atención que una Directora de Escuela acuse tan poco registro del significado y función socioeducativa de las Efemérides. Con esa lógica, ninguna efeméride debería existir porque también todos los días deberían ser, por ejemplo, el Día de la Soberanía Nacional, por la importancia innegable del concepto. Proponer la eliminación de esta efeméride en particular, es gravísimo porque borra acontecimientos históricos, naturaliza la desigualdad, ignora que existe un estado de emergencia social de cuya visibilización depende la vida de muchas mujeres. Luego afirmar que “ni siquiera correspondería pensarlo” comporta una operación discursiva más grave aun tratándose de una educadora; porque determina el imperativo de inhibición del pensamiento como algo positivo.

Estos dichos corporizan un discurso incompatible con la búsqueda de equidad de derechos, la deconstrucción de esquemas culturales patriarcales y la educación para eliminar la violencia de género, propiciada por la Ley desde hace 16 años.

El trabajo y el proceso histórico que avanza con cambios que van desde lo cotidiano, lo social y lo superestructural, para transformar rígidas concepciones arraigadas en lo más profundo del sentido común, se ve obstaculizado con la expresión de este tipo de ideas anquilosadas que avalan desde el discurso, situaciones de sufrimiento, dolor y muertes.

“Para que no nos golpeen ni nos maten (…) tal vez debamos aprender a no elegir como parejas a golpeadores”

Una autoridad educativa como una directora, que además es docente de Ciudadanía y Política e Historia, tiene una responsabilidad pública por sus dichos. Afirmar que las mujeres podemos (y debemos) aprender a elegir una pareja que no nos abuse es NEGAR todos los principios vertidos en la Ley de Educación Sexual Integral y la Ley Micaela sobre la complejidad de los contextos de abuso y violencia de género. Es suponer que si nos golpean y nos matan es por algo que las víctimas PODRÍAMOS CONTROLAR. Es IGNORAR todos los mecanismos de violencia y los procesos de degradación psicológica, económica y física que van sometiendo progresivamente la voluntad y el raciocinio, sumados a las complicidades sociales y las incompetencias institucionales (de la escuela, la policía, el sistema judicial, por ejemplo) que hacen posibles los FEMICIDIOS de cada día.

La implementación de la Ley de ESI viene logrando cambios positivos[2], a la vez que enfrentando resistencias que imponen paciencia, escucha y formación permanente. Por eso es crucial que quienes ocupan cargos jerárquicos en una escuela actúen coherentemente con los principios fundamentales de dicha ley.

Dichas resistencias hicieron necesario fortalecer la Ley con otros cuerpos jurídicos para poder garantizarla. Un ejemplo de esto son las  leyes 26150 que promueve la ESI  y explicita el derecho de la misma. Ley 27234 Educar en igualdad, para prevención y erradicación de la violencia de género, entre otras. Estas leyes tienen por marco teórico el reconocimiento de un contexto sociocultural que avala/reproduce la inequidad y las violencias.

“Un ser violento es el producto de una madre que tal vez  no supo visualizar opciones”

Otra vez aquí se ignora la complejidad que constituye a un ser violento. La cantidad de determinantes y dimensiones que atraviesan y avalan conductas violentas como modo de vida. Se deja de lado el contexto sociocultural que legitima la violencia para quienes son socializados como varones, el contexto mediático que reproduce para los hombres roles de género vinculados con el uso de la fuerza y la incapacidad de controlar emociones. La emisora de este mensaje elige DELIBERADAMENTE ignorar al padre, abuelos, familiares. Solo se nombra a la madre como única responsable de la crianza (o mal-crianza) de un ser. La ley es clara con respecto al cuestionamiento de los ROLES DE GÉNERO: Una de las bases de la desigualdad es la asignación desde la infancia, de roles exclusivos para cada género. Por ejemplo,  el de las tareas de cuidado y crianza para las mujeres.

“Tal vez sea el momento de que el respeto comience desde adentro”

 Da por sentado que las mujeres a las que se alude no se respetan a sí mismas. Da a entender que las violencias ejercidas desde afuera son consecuencia de no saberse hacer respetar. Culpabiliza a las víctimas. Supone que el problema de la violencia de género es la falta de autoestima de las víctimas. Una frase como esta opera de silenciador inmediato para alguien que se siente irrespetada.

“Dejemos de gritar y aprendamos a cantar arrullos a nuestro niño interior sufrido”

Anular la potencia simbólica y literal del grito como pedido de ayuda, como expresión de liberación, como invitación a la lucha colectiva, para reemplazarlo por un arrullo interno es otra operación de silenciamiento que además da por sentado que las luchas por equidad de género deben darse en la psiquis de las víctimas y no en el ámbito público. La perversidad de este planteo golpea por lo recurrente: otra vez niega contextos de violencia e inequidad y sitúa el conflicto en la mente de quienes lo padecen.

 ¿Cómo podemos esperar que nuestras estudiantes se animen a contar experiencias de abuso si se les da el mensaje de que son ellas las responsables de hacerse respetar?

¿Cómo podemos, desde las aulas, llevar a cabo una implementación correcta de los principios de la Ley de Educación Sexual  Integral cuando una referente jerárquica hace públicas expresiones incompatibles con dichos principios?

¿Cómo pueden algunos docentes posicionarse ante estudiantes que expresan que se sienten violentados por los dichos de su directora, no solo en la nota sino en otras instancias, cuando ellos mismos han sido perseguidos con actas y apercibimientos arbitrarios?

¿Cómo es posible que el Ministerio de Educación obligue a garantizar derechos educativos a las/los estudiantes en materia de ESI pero no intervenga cuando hay docentes perseguidos/as en el cumplimiento de sus funciones?

Exigimos que la Directora del Ipem 387 Sotero eugenio Bartolomé rectifique sus dichos, por contradecir el Espíritu y contenido de la Ley de Educación Sexual Integral y todas las leyes que la complementan y le dan marco, y que las autoridades del Ministerio de Educación tomen de una vez cartas en el asunto porque son los responsables principales de que se garanticen los derechos de las y los estudiantes.

[1] Todas las citas del texto “Lucubraciones” firmado por la Directora Mariana Carranzani los hemos diferenciado con letra cursiva y comillas. Al final compartimos el posteo completo.

[2] El más inmediato es la habilitación de la palabra a muchas niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso y acoso sexual.

Texto completo: Lucubraciones por Mariana Carranzani

Mientras deba existir un instante específico para rememorar el Día de la Mujer ¿No será una forma de negarlo?… Todos los días deberían serlo. Ni siquiera correspondería pensarlo.
Cualquier Ser tiene derecho al respeto por el simple hecho de ser un Ser.
Reestructurar viejos paradigmas basados en la educación al fin nos haría libres, nos permitiría mudarnos de viejas ropas y sonreír al futuro. Tal vez sea momento de que el respeto comience desde dentro.
No hay necesidad que rasguemos vestidos y mostremos nuestros senos, porque eso sería negar una posibilidad a que alguien que no los tiene, se sienta mujer.
Para que no nos golpeen ni nos maten enredadas en laberintos de violencia, tal vez debamos aprender a no elegir como parejas a golpeadores.
Tenemos más que nunca que trabajar, porque la independencia económica nos dará la libertad para poder optar por algo más digno. Dejemos de gritar y aprendamos a cantar arrullos que acaricien a nuestro niño interior sufrido.
Un ser violento es el producto de una madre que tal vez no supo visualizar opciones. Traer un hijo al mundo es una responsabilidad y no una excusa para justificar nuestras faltas. Seamos responsables. Ser mujer es una emoción, aprendamos a querernos en éste y en cada uno de nuestros días.
Para todo ser que se siente mujer va mi admiración continua, porque en la lucha interna y desigual que sufrimos los humanos nos hace falta empatía, serenidad y amor.

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