El sábado se realizó en la Comuna de Villa Cerro Azul la presentación de los “Sitios Arqueológicos Kamchira”, y contó con la presencia del Nawan Carlos Reyna de la Comunidad Camiare Comechingón “Timoteo Reyna”, su hijo Pablo Reyna quien además de ser vecino de Cerro Azul es historiador, docente y escritor, y otros miembros de esa comunidad. También estuvieron presentes Vanina Picapietra y Nélida Herrador de la Comunidad indígena Chavascate, junto a las autoridades de la comuna María Laura Wehrli y Natalia Di Pace.
Según la definición académica, “un sitio arqueológico es una espacialidad delimitada en la que se encuentran materialidades de sociedades antiguas”, aunque en realidad “han sido juzgadas como antiguas desde el presente, pero no son pasado, existen en el presente en un contexto de la colonialidad, porque la colonialidad no terminó en 1810. Somos pueblos vivos y tenemos derechos sobre esas materialidades, no porque nosotros queramos sino porque hay leyes que así lo sugieren”, aclara Pablo Reyna.
La Dirección de Patrimonio Cultural de la Agencia Córdoba Cultura realizó en el año 2019 un registro de los sitios arqueológicos de Cerro Azul, delimitando una amplia área que abarca 76 hectáreas.
En esas áreas están ubicados los morteros, conanas, corrales, casas, lugares de avistaje para la caza de animales, paredes de contención, puntas de proyectil y jagüeles, elementos hallados en esta localidad de Sierras Chicas.
También se encontraron en el año 2019 Cerro Azul restos de cerámica, de fauna autóctona y un cuerpo a la vera del río, este proceso fue realizado por arqueólogos y un equipo forense de la provincia, quienes estimaron que la antigüedad de estos restos ronda los 700 años.
En ese sentido Reyna aclara que “para nosotros no son restos, son cuerpos con espíritus, son nuestros abuelos”.
Este hallazgo está relacionado al enterratorio descubierto en el año 1998 en la zona de la pileta ubicada en Agua de Oro (camino a Cerro Azul) y a los restos de un cuerpo de niño hallados en una gruta en Candonga que tiene una antigüedad de 12.000 años.
“Cada elemento de los sitios arqueológicos forma parte de un entorno, y cada elemento tangible conforman un paisaje arqueológico”, sostiene Reyna.
Pero no sólo lo tangible constituye las áreas arqueológicas, “sino que también las prácticas culturales, saberes, narraciones, historias, experiencias de las personas en torno a ese paisaje arqueológico, y la interacción que tenemos con el entorno quienes pertenecemos a los pueblos originarios, en el pasado y en el presente, de ahí surge la idea de territorio indígena”, asegura Pablo Reyna.
“Estos pueblos merecen ser reconocidos y recordados porque además de ser parte de nuestro pasado y nuestro origen, son uno de los pilares fundamentales para el desarrollo cultural de nuestra región, son la historia viva de nuestro pueblo”, afirma Wehrli, Jefa Comunal, y finaliza diciendo que “la preservación de este patrimonio arqueológico es indispensable en estos tiempos de urbanización y crecimiento demográfico, necesitamos encontrar el equilibrio entre la historia y la modernidad.”
Fotos: Agua de Oro Noticias y Lucía Castellanos
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“Es muy importante tomar conciencia del lugar en donde estamos parados, porque si se daña un mortero de 2000 años no se puede reconstruir” los mismos está protegidos por leyes provinciales y nacionales y la Constitución provincial plantea que el Estado es responsable de la Conservación, del enriquecimiento y de la difusión de lo arqueológico y lo histórico una espacialidad que da cuenta de un proceso histórico de invisibilización cultural. ¿????
El informe que realizó Patrimonio destaca que “es necesario también resaltar que lo relevado no es la cantidad de sitios arqueológicos existentes, sino que por el contrario da cuenta de la potencialidad del mismo, tenemos que tener en cuenta la necesidad de tomar los recaudos pertinentes tanto de las intervenciones actuales como de los futuros proyectos de desarrollo inmobiliario, turístico, minero que pudieran plantearse”
“Los cuerpos de nuestros abuelos y bisabuelos deben volver a nosotros para que podamos hacer un enterratorio porque los restos mortales de nuestros antepasados se exhiben en la vitrinas de los museos, eso es una profanación de nuestra espiritualidad y eso está totalmente vinculado al territorio.”
